Opinión y Editoriales

Publicado en enero 4th, 2023 | por Diego Antonio Perea López

Corrupción en Tiempos de Pandemia

Medir la corrupción es una de las tareas más complejas debido a que su conceptualización engloba diversas prácticas, por lo que puede terminar siendo algo subjetivo y difícil de cuantificar. Aunado a que la línea entre lo licito e ilícito es muy delgada.

Para evitar el problema de definirla se ha optado en su mayoría por listar una serie de tipos específicos o actos de corrupción, de manera que no existe una definición universalmente aceptada.

Sin embargo, diferentes organizaciones han formulado su propia definición, destaca la realizada por el Banco Mundial, el cual precisa que la corrupción es el abuso del servicio público encomendado para un beneficio propio. Es, por tanto, que se considera corrupción todo acto que deriva en un aprovechamiento directo o indirecto para un servidor público, considerando la ventaja que le otorga el ocupar un puesto especifico (1).

Entre el océano de autores que han contribuido, destacan Della Porta y Vanucci, quienes han proporcionado elementos importantes para tener una mayor comprensión del fenómeno. La corrupción implica: a) una violación oculta a un contrato que, de forma implícita o explícita, representan una delegación de responsabilidad y el ejercicio de un poder discrecional; b) por un agente público, quien en contra de los intereses o preferencia del principal; c) actúa en favor de un tercero, por el cual recibe una recompensa (2).

Por otro lado, se han realizado diversos esfuerzos para intentar comprender esta práctica que afecta a todos los países en mayor o menor medida. Desde su complejidad micro hasta su complejidad macro, y tal vez la forma más común y famosa de medir la corrupción es la que mide las experiencias y percepciones de la corrupción.

Aunque para llevar a cabo esto se deben realizar encuestas, las cuales pueden resultar siendo costosas y laboriosas; presentar dificultades técnicas en torno al muestreo y validez; además de que deben de informar acerca de los márgenes de error en los datos. Sin embargo, suelen ser muy útiles debido a que pueden ser aplicadas a múltiples tipos de personas, así como para capturar las percepciones sobre preocupaciones de la sociedad en general (3).

 

1 World Bank. Helping Countries Combat Corruption: The role of the World Bank, The World Bank, s. f. http://www1.worldbank.org/publicsector/anticorrupt/corruptn/cor02.htm.

 

2 Della Porta, D. y Vannucci, A. International Conference on Corruption control in Political Life

and the Quality of Democracy: A Comparative Perspective Europe – Latin America, Corruption as a Normative System, 2005, http://home.iscte-iul.pt/~ansmd/CC-DellaPorta.pdf.

 

3 Trapnell, S. User’s Guide to Measuring Corruption and Anti-corruption, UNDP, 2015, https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/publications/Users-Guide-Measuring-Corruption- Anticorruption.pdf.

Tabla 1

Tipos de datos para la construcción de índices que miden la corrupción

Percepciones: incorporan la opinión de ciudadanos, propietarios de negocios o expertos en temas específicos. Resultan útiles para reunir información sobre temas que son difíciles de conceptualizar, como la confianza pública, la corrupción política y la calidad del gobierno. Generalmente se obtienen a través de encuestas presenciales, telefónicas o virtuales que requieren de un diseño muestral que asegure la representatividad del grupo a estudiar y que minimice el margen de error.

Experiencias: reúnen datos sobre conocimientos o experiencias específicas de los ciudadanos relativas a situaciones como 1) la frecuencia, ubicación y costo de los sobornos; 2) la incidencia y severidad de los delitos; 3) el grado de conocimiento sobre leyes, políticas públicas o prácticas específicas. Su utilidad reside en que permiten medir la calidad en la prestación de servicios en materias como aplicación de la ley, salud, educación y transporte.

Adaptada de User’s Guide to Measuring Corruption and Anti-corruption [Tabla], Trapnell, S., 2015, https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/publications/Users-Guide-Measuring-Corruption- Anticorruption.pdf.

En el contexto mexicano, uno de los más destacados ha sido el Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno (INCBG) de Transparencia Mexicana, el cual buscaba medir la corrupción que afecta a los hogares a través de registrar el fenómeno en servicios públicos ofrecidos por los tres niveles de gobierno y empresas particulares4.

Es posible desagregar dicho índice por entidad federativa y trámite; sin embargo, apenas fue publicado cinco veces: 2001, 2003, 2005, 2007 y 2010, siendo la última de estas hace 12 años.

Por otra parte, desde hace 11 años el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) lleva a cabo la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), misma que ha venido a ocupar el espacio del INCBG, tiene como objetivo recabar información sobre las experiencias y la percepción de la población con trámites y servicios públicos que proporciona el gobierno en sus diferentes niveles, a fin de aportar elementos para la toma de decisiones de política pública5.

Pese a que es una encuesta en la se pueden desagregar los datos por entidad federativa, únicamente ofrece información sobre la percepción y experiencias de corrupción al realizar algún trámite ante servicios públicos.

La ENCIG ha mantenido una constante al alza; con un cambio estadísticamente significativo con respecto del ejercicio anterior en 2017. La tasa de población que tuvo contacto con algún servidor público y experimentó al menos un acto de corrupción fue de

4 Transparencia Mexicana. Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno (INCBG): Informe Ejecutivo 2010, Transparencia Mexicana, 2011, https://www.tm.org.mx/wp-content/uploads/2013/05/01-INCBG-2010-Informe- Ejecutivo1.pdf.

5 INEGI. Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2021, INEGI, 2022, https://www.inegi.org.mx/programas/encig/2021/.

12,590 por cada 100,000 habitantes a nivel nacional, dos años después esta tasa fue de 14,635.

Figura 1

Tasa de prevalencia de corrupción por cada 100,00 habitantes

* En estos casos sí existió un cambio estadísticamente significativo con respecto del ejercicio anterior. Tomada de

Tasa de prevalencia de corrupción por cada 100,000 habitantes, [Gráfico], INEGI, 2022, https://www.inegi.org.mx/programas/encig/2021/.

Figura 2

Percepción sobre la frecuencia de corrupción

* En estos casos sí existió un cambio estadísticamente significativo con respecto del ejercicio anterior. Los márgenes de error de las estimaciones por entidad federativa para el año de referencia 2021 en promedio son del 2.5%, con un máximo de error de hasta el 4% para dos casos y un mínimo de margen de error del 1% para un caso. Tomada de

Percepción sobre la frecuencia de corrupción [Gráfico], INEGI, 2022, https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/encig/2021/doc/encig2021_principales_resultados.pdf.

Figura 3

Costos de corrupción

Nota: A nivel entidad federativa, no se recomienda su uso para obtener conclusiones cuantitativas a partir de estos, ya que sus coeficientes de variación son mayores al 30%, sólo se presentan para análisis cualitativo. Tomada de Costos de corrupción [Gráfico], INEGI, 2022, https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/encig/2021/doc/encig2021_principales_resultados.pdf.

A pesar de que los números no son los mejores, existió un claro descenso en el ejercicio más reciente, el cual se llevó a cabo del 01 de noviembre al 16 de diciembre de 2021, con una disminución de 1,031 en la tasa de prevalencia de corrupción por cada 100, 000 habitantes. Es, de hecho, la primera bajada desde que se realiza la ENCIG, ya que a partir de las experiencias obtenidas en la primera edición (2011), se llevó a cabo una reestructuración del instrumento de captación para posteriores ediciones.

La percepción sobre la frecuencia de corrupción también registró una reducción importante de prácticamente un punto porcentual (-.8) en comparación con dos años antes. Por su parte, Aguascalientes tuvo una disminución acentuada de más de cuatro puntos porcentuales (-4.6) con respecto a la encuesta anterior. Los otros seis estados que presentaron una caída significativa fueron Querétaro, -10.4; Chihuahua, -6.3; Campeche, -6.1; Veracruz, -4.3; Tabasco, -4.2; y Puebla, -3.9. Mientras que los dos que tuvieron un alza significativa son Jalisco, 6.7; y Colima, 3.8.

De igual forma, el costo a nivel nacional por incurrir en actos de corrupción manifestó un aminoramiento al pasar de 12, 770 millones pesos en 2019, lo que equivale a 3, 822 pesos promedio por persona, a 9, 500 millones, que corresponde a 3,044 pesos.

Así pues, la ENCIG muestra que los índices vienen a la baja, por lo que es necesario comprobar en una próxima edición si los mismos continúan así y son parte del combate a la corrupción que ha implementado como discurso el gobierno del presidente López Obrador o se deben a los efectos de la pandemia por COVID-19, ya que la encuesta se realizó del 01 de noviembre al 16 de diciembre de 2021, además de que esta se lleva a cabo a partir de la percepción y experiencias de corrupción al realizar algún trámite ante servicios públicos, y gracias a la cuarentena muchos servicios modificaron su forma de operar, al pasar a actuar de forma online. Por lo que esto pudo haber alterado los resultados; o bien, es parte de ambas cosas: la lucha que se está llevando a cabo en diversos frentes contra la corrupción y la manera diferente de realizar los trámites debido al virus SARS-CoV-2.

FacebooktwitterFacebooktwitter

Tags: , ,




Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

De regreso a inicio ↑
  • Nombre

    Correo electrónico

    Asunto

    Mensaje