Publicado en marzo 7th, 2019 | por Loli Rodríguez

Soy mujer y no me vale

No me vale cuando mis compañeros y conocidos hacen comentarios machistas sin fundamento considerándolos una broma, que se les salga el sarcasmo y te digan “¿tú puedes hacerlo, qué no? Si eres mujer” cuando pides de favor a un hombre que te ayude con algo, que se burlen de ti por creer que todas las mujeres somos igual de capaces que un hombre para alcanzar oportunidades, desarrollarnos personal y profesionalmente en el ámbito que queramos y llegar al éxito igual que ellos, que se burlen de mi por creer en la equidad. En los últimos 20 años se ha visto la importancia de garantizar que las mujeres gocen de los mismos derechos humanos que los hombres y que sean tratadas con igualdad.

Hemos apreciado el momento en que una mujer se ve afectada y/o violentada porque tiene curvas, porque se le ven las piernas cuando se pone short o un vestido cuando hace calor, cuando se pone un labial rojo, cuando baila, cuando camina, cuando habla, cuando es mujer.

No me vale cada día sentirnos más inseguras, no me vale no poder expresarnos como deberíamos, no me vale que nos excluyan de los proyectos importantes en nuestro trabajo ni que nos paguen menos, no me vale que me hagan prejuicios, no me vale que me traten aún cuando valgo lo mismo.

Harta que disfracen los hechos con un “no es cierto, no te creas, que sentida”, porque no importa cuántas veces intentamos hablar de frente o alzar la voz, es costumbre tratar a la mujer como menos, y no me vale. Por eso nos levantamos con más ganas y más valor para trabajar, estudiar y luchar por nuestros sueños, me preparo y comparto lo que aprendo, hago lo que puedo para ayudar a quien me necesita, doy el ejemplo y no me rindo ante las circunstancias a pesar de todos los obstáculos que se presenten, yo soy mujer y sé que ese detalle no me limita, que no me volverá a cerrar puertas.

No podemos retroceder el tiempo y corregir estos errores, tenemos que seguir adelante, le debemos eso a las mujeres que luchan a diario por sus derechos y libertad en todo el mundo, este movimiento involucra a hombres y mujeres, niñas y niños, que claman por la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas la indignación que se está generando y la demanda de cambio.

El estar en contra de las mujeres es una acción generalizada y no conoce fronteras. No discrimina por nacionalidad, etnia, clase social, cultura o religión. No hay paz, progreso o igualdad sin la equidad presente y participación de las mujeres; y no puede haber equidad de género sin el goce de las mujeres de sus derechos esenciales para el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.

El compromiso individual y colectivo de la mujer puede hacer todo posible, cuidémonos y amémonos como la esencia que somos.