Publicado en marzo 21st, 2019 | por Fernando Rivera

Caminando Ando

Caminar por el centro de la ciudad de Aguascalientes era ver los colores de uniformados jóvenes estudiantes que ya habían salido o apenas se dirigían a sus escuelas, también había personas mayores que disfrutaban de la confortable sombra que los frondosos árboles de Exedra les permitían, al mismo tiempo, muchos adultos se mostraban muy acelerados por llegar a sus empleos.

Luego de observar todo con detenimiento, era tan notoria la diferencia entre los adultos mayores que sólo iban al centro a descansar y a gozar de su tiempo libre, en contraste estaban las demás personas que el ritmo acelerado de sus trabajos les provoca y que, además, no les daba ni un minuto para detenerse.

Tratemos de recordar cuándo fue la última vez que nos sentamos en un entorno cómo este, a disfrutar del tiempo libre sin preocupación alguna, las emociones que se siente son reconfortantes y saludables mentalmente, ya que nos despejan de los problemas cotidianos que traemos encima.

En el entorno, un señor músico hacía sonar su guitarra para conseguir un poco de dinero, se alcanzaban a percibir pláticas de las personas que se desvanecían al ritmo de sus acelerados pasos y el ruido del viento que golpeaba las copas de los árboles hicieron preguntarme:

¿Por qué vamos tan rápido con el día a día que nunca podemos sentarnos a vivir, a disfrutar?

Fue tan fácil responderlo, los mayores que iban a sentarse un buen rato estaban ahí porque para esa edad ya habríamos terminado nuestros objetivos principales que son: ser adultos, conseguir un empleo y formar una familia, después de todo esto cuándo los años van pasando, ya terminada la etapa adulta, las responsabilidades disminuyen, por lo que nos da tiempo para cualquier cosa. Un adulto con apenas la mitad promedio de vida no tiene este tiempo por obvias razones.

Recomiendo ampliamente darnos un tiempo para disfrutar de nuestro entorno, algo tan sencillo como sentarnos bajo un árbol de la universidad después de una clase simplemente a escuchar música o ver hacia las nubes a fin de cuentas esto nos ayuda con el estrés que dejan las etapas parciales de evaluación.